domingo, 10 de abril de 2011

Por muy duro que sea todo algo dice en mi que lo conseguiré.


La senda más difícil y tardía es la que mejor te recompensa. Camina sobre el frío hielo del Ártico, sobre la ardiente arena del desierto. No elijas el camino más corto. No esperes encontrar indicaciones, tú mismo debes saber por dónde ir. Es tu recorrido, tu meta. Nadie, absolutamente nadie, puede ponerse en tu lugar. Eres tú quien debe seguir apartando cada obstáculo de la forma más inteligente. Y sobre todo no te rindas, lucha por lo que quieres sin importante qué es lo que quieren los demás. Como bien he dicho antes, es TU recorrido, TU meta.

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